Te resumo mi trabajo. Hago que adictos al móvil y a las redes sociales (como lo fui yo), eliminen su adicción. Y lo que hago es asesorar y acompañar a las personas que le dan importancia a eso. Algunas personas niegan el problema y no quieren reconocerlo, pues muy bien, ellas verán. Otras, en cambio, saben que este es el pilar más importante para su felicidad y la de su familia.
La adicción al móvil y a las redes sociales, comprenderla, entenderla y eliminarla, a eso me dedico.
Mentiras que puede que hayas oído sobre la adicción al móvil y las redes sociales.
– Es como el resto de adicciones.
Esto no es verdad por 3 motivos:
- El móvil lo llevas a todas partes contigo.
O a casi todas partes. No pasa lo mismo con el alcohol, las drogas o las máquinas tragaperras, por poner algunos ejemplos.
Esta diferencia es muy importante tenerla clara porque lo cambia todo.
El resto de adicciones hay que eliminarlas. Al móvil y a las redes sociales hay que aprender a controlarlas y usarlas SOLO cuando nosotros queremos porque van con nosotros a cualquier parte.
- Son accesibles para todo el mundo.
Salvo comprar el móvil. Usarlo en el día a día y perderse por las redes sociales es gratis. En el resto de adicciones no pasa esto (en la mayoría, el porno sería una excepción en este punto, pero no el siguiente). Si quieres beber, tienes que comprar la bebida. Si quieres fumar o drogarte, lo mismo. Y si quieres jugar a la tragaperras, tienes que meterle monedas. Al móvil, no.
- No dejan efectos adversos evidentes al momento de usarlos.
El móvil y las redes sociales no dejan resaca ni te somnolientan ni te agotan físicamente (como puede hacer la masturbación compulsiva). Usarlos produce una falsa sensación de tranquilidad y relajación por eso son tan adictivos y destructivos.
– La adicción a móvil no se puede eliminar online, tienes que hacerlo presencialmente.
Como he dicho un poco más arriba, el móvil lo llevamos a todas partes.
El problema no es el móvil ni las redes sociales. Es el uso que hacemos de ellos.
Tenemos que educar a nuestra mente para que el móvil lo usemos solo cuando nos beneficia. Como, por ejemplo, superar la adicción al móvil. Es una prueba más para nuestro cerebro de que el móvil no es el demonio y que podemos controlarlo al usarlo para eliminar nuestra adicción.
Así nos preparamos para mantenerlo a raya en nuestro día a día. Porque al menos que nos encerremos en una cueva sin internet ni conexión con el resto del mundo, vamos a seguir usando el móvil.
De hecho, está demostrado que cuando eliminas la fuente de la adicción, las personas mejoran, sí, porque no tienen acceso a la fuente de su problema, pero que cuando vuelvan a su día a día habitual y vuelven a tener acceso a la fuente de su adicción, vuelven a engancharse (en estas y otras adicciones).
¿Por qué?
Porque no saben vivir con el móvil y evitar engancharse a él. Lo único que saben hacer es no usarlo cuando no lo tienen cerca.
Es como el efecto rebote de las dietas milagrosas. Primero te matas de hambre y luego coges más peso del que tenías en un inicio porque es demasiado restrictivo y no se sigue un proceso que sea sostenible en el tiempo.
Pues con el móvil y con las redes sociales pasa lo mismo.
– Tienes que asistir a grupos de apoyo de adictos.
Esto es mentira por lo siguiente…
Yo no fui a ningún sitio y me planté delante de desconocidos y dije: “Hola, soy Óscar y soy adicto”.
“Hola, Óscar”
(Y aquí cuento una anécdota mía sobre mi adicción mientras el resto me escucha)
No hice nada de esto y lo supuré. Sin tener que hablar delante de desconocidos ni pasar la vergüenza que supone contar tus intimidades delante de tanta gente.
Pasaba más de 6 horas al día con el móvil y las redes sociales.
Llegué a tener días de estar 9 y 10 horas conectado. Más de una jornada laboral completa.
Una vez revisé las estadísticas de mi móvil y lo normal era que estuviese al día (de media) entre 6 y 7 horas enganchado.
* (No tengo ninguna captura de pantalla de eso porque en aquel momento no sabía que acabaría dedicándome a esto. Es más, en aquel momento tampoco sabía cómo salir yo de esa situación. Ni tampoco sabía que tenía una adicción, aunque desde fuera es evidente que sí que la tenía)
Y este es el tiempo que paso ahora con el móvil y las redes sociales:
El miércoles pasado (escribo esta página a 6 de agosto del 2024) fue el día que menos usé el móvil. Solo 24 minutos. En la imagen puedes ver en que lo use principalmente.
Echando unas cuentas rápidas, la semana pasada usé el móvil una media 77 minutos al día. Lo que no está nada mal.
Ahora, te enseño en que lo usé los días que más lo tuve en las manos.
Lunes 29 de julio de 2024:
Grabé un vídeo para redes sociales (un vídeo por trabajo, no para mostrar mi vida).
Lo publiqué en Instagram.
Y como puedes ver me llevó un rato porque no estoy acostumbrado a hacer este tipo de cosas.
Y en lo que gasté más tiempo, fue en ver una entrevista que me interesaba.
En estas 3 cosas usé el móvil 1 hora y 2 minutos. Más de la mitad del tiempo que lo tuve en la mano.
Los 47 minutos restantes los usé para reservar mis sesiones en la app del gimnasio y hacer algunas gestiones. Contesté algunos WhatsApps que tenía pendientes y miré el correo.
Tiempo total de redes sociales: – de 30 minutos (y si, el WhatsApp también es una red social, por si aún lo dudabas)
Martes 30 de julio de 2024:
Estuve formándome un poco en una membresía a la que estoy suscrito.
Y puse el gps. Hacer un viaje algo largo y cambiar el sitio por el que vas es lo que tiene.
Estas dos actividades me supusieron usar el móvil 1 hora y 42 minutos este día.
Los 21 minutos restantes fueron para minucias del día a día.
Hacer una llamada para decirle a mi madre que iba de visita (4 minutos), apuntar unas ideas que se me ocurrieron para este proyecto (3 minutos) y los 14 minutos restantes para pijadas varias.
Sábado 3 de agosto de 2024:
El sábado toco volver para casa después de estar con la familia unos días. Tuve que volver a poner el gps… por si acaso (41 minutos).
Y mientras comía, vi una entrevista sobre coches de lujo y un tío que los importaba de Dubái. Fue muy interesante, por cierto. (42 minutos)
Contesté mensajes pendientes de toda la semana (8 minutos).
Y, ahora que estaba de vuelta en casa, me hice una lista de recados que tenía que hacer. La compra, poner una lavadora, poner el lavavajillas, escribir un email para mis suscriptores, etc (5 minutos).
En estas 4 actividades, gasté 1 hora y 36 minutos.
Como puedes ver, uso el móvil para todo.
- Para aprender cosas nuevas.
- Para trabajo.
- Para hablar con mis padres.
- Para estar en redes sociales (whatsapp incluido)
- Para ver cosas que me interesan como entrevistas.
- Para ir de viaje y no perderme por el camino.
- Para organizar mi día y hacer listas de pendientes para que no se me olviden.
- Para reservar mis horarios para entrenar en el gimnasio.
- …
- En fin, que lo uso para todo y aun así lo usé la semana pasada 77 minutos al día de media.
- Un día lo usé 24 minutos. Un día de semana, ojo.
- Otro día que marché de viaje y me formé un poco, 2 horas y 3 minutos.
Si te ha parecido interesante ver el uso que hago de mi propio móvil y te sirve para sacar ideas que puedes aplicar para ti, que sepas que cada semana comparto con mis suscriptores la captura de pantalla de la semana anterior.
Lo bueno y lo malo.
No soy perfecto y alguna vez también se me puede ir la mano. Si eso pasa te explicaré como lo corrijo casi en tiempo real. Para eso tienes que estar apuntado aquí:
El móvil no es el problema.
El problema es como lo usas y, sobre todo, saber cuándo tienes un problema con su uso.
Mirar para otro lado es lo peor que puedes hacer porque la cosa solo empeora.
Admitir que tienes un problema con el móvil y con las redes sociales es jodido. Lo sé.
A nadie le gusta reconocer que tiene una adicción, que está enganchado a su móvil, que no puede controlarse y que desperdicia mucho tiempo con él.
Puede ser una situación muy vergonzosa. Reconocerlo y, más aún, que la gente lo sepa.
Lo bueno que tiene que te apuntes a mis emails es que nadie lo sabrá y te servirán para controlar el uso que haces de las redes sociales y el móvil y también para poco a poco ir eliminando tu adicción. No es como ir a un centro físico, aquí nadie te ve entrar ni salir y así no pueden hacer suposiciones de por qué estás aquí.
Si aún no sabes si apuntarte o no, echa un vistazo a porque me dedico (de verdad) a eliminar la adicción al móvil y a las redes sociales y no a otra cosa. Es posible que te sorprenda, casi seguro que no es por lo que te imaginas.